La Cultura Escrita En La Enseñanza De Las Ciencias Naturales

Angie Lopez 1830685

Cuando nos matriculamos en una carrera de licenciatura, que es la encargada de formar docentes que brinden conocimiento a los niños y jóvenes en las escuelas, no nos alcanzamos a imaginar la gran cantidad de pedagogos que han hecho sus aportes a esta profesión para que sea una experiencia valiosa en la vida de estas personas en su estancia por la escuela. Entre ellos está John Dewey y uno de sus mayores esfuerzos fue que los estudiantes tuvieran su aprendizaje a través de experiencias pedagógicas considerando que “aprender por la experiencia es establecer una conexión hacia atrás y hacia adelante entre lo que nosotros hacemos a las cosas y lo que gozamos o sufrimos de las cosas como consecuencia” (Dewey, 1995/1916, p. 125).

Con lo anterior reconocemos el importante papel que cumplimos dentro de la sociedad como educadores y que esto va más allá de solo impartir conocimiento de ciencias naturales (procedimientos, teorías, leyes, experimentos, informes, entre otros), como lo es mi caso, ya que también tenemos  la responsabilidad de indagar el contexto social en el cual nos encontramos enseñando, los intereses acerca de las ciencias que tienen nuestros estudiantes y las ideas/experiencias previas con las que estos llegan al aula, para conseguir de esta manera una experiencia pedagógica significativa que les contribuya dentro y fuera de la escuela. 

Para ampliar un poco más esta idea se introducirán dos términos relativamente nuevos que se han venido tratando de incluir en la escuela, el cual es literacidad pero, en nuestra propia reflexión, utilizaremos el término “literacidad” para referirnos a lo que hacen las personas cuando leen y/o escriben, entendida como una práctica social y situada (street, 1984, 1995; Barton y Hamilton, 2000), y alfabetización para nombrar la acción (pedagógica) que realizan los distintos agentes e instituciones sobre las personas.

Según Kleiman (2007 p. 5-6), “la práctica social como punto de partida y de llegada implica también una pregunta estructurante para una planificación de clases diferente de la tradicional, centrada en los contenidos curriculares”. planear nuestras clases de una manera diferente teniendo en nuestro pensamiento y acción el término literacidad, nos ayudará a que nuestras clases recojan la realidad del entorno que viven nuestros estudiantes y los asociemos al contenido científico que tratamos de enseñar, a través de esto lograremos no solo estudiantes alfabetizados sino también estudiantes que a través de la lectura, escritura y conocimiento científico, se encuentren preparados para desenvolverse dentro de su cultura y sociedad, participando de igual manera en proyectos y resolución de conflictos de manera activa, todo gracias a la experiencia pedagógica que se generó dentro del aula.

Para concluir, entrar a esta carrera no es solo adquirir conocimiento científico y pedagógico para salir a  alfabetizar estudiantes transmitiendo de manera lineal el conocimiento que sea útil solo dentro de un contexto escolar, sino preocuparnos por la literacidad de nuestros estudiantes que todo ese conocimiento les aporte en su desarrollo dentro de la vida social.

Referencias

García Pérez, A, Gezuraga Amundarain, M. (2020). Recepciones de la pedagogía experiencial de Dewey en diversos enfoques metodológicos: el valor añadido del aprendizaje-servicio. Educatio Siglo XXI, Vol. 38 no 3 · 2020, pp. 295-316.

Kleiman, A. B. (2021). Trayectorias de acceso al mundo de la escritura: relevancia de las prácticas de literacidad no escolares para la literacidad escolar. (Trad. A. Atorresi). Páginas, 26, 68-82.

López-Bonilla, G. Lenguaje y educación. Temas de investigación educativa en méxico. Primera edición, 2013.