El lenguaje esencial para la comunicación terapeuta-paciente

 Karoline Fernanda Díaz Sánchez 2180552

El lenguaje viene dando pie a lo que es la pedagogía pues esta se trata de compartir y comunicar cierto conocimiento a otras personas, siendo de esta forma, el lenguaje el método, la estrategia o la herramienta para transmitir lo que queremos, convirtiéndose el lenguaje en la herramienta esencial del educador en cualquier ámbito “a primera y más importante implicación curricular de esta posición, en mi opinión, implica la adopción de una concepción social de la escritura volcada hacia la práctica de leer y escribir que, según muestran nuestros estudios y experiencias, ayuda a contextualizar los objetos de enseñanza, proporcionando un marco para la atribución de sentidos por parte de los estudiantes”  (Kleiman, A. B; Trayectorias de acceso al mundo de la escritura: relevancia de las prácticas de literacidad no escolares para la literacidad escolar, pág. 73) escolar o no escolar, además de que el educador es un experto en el tema, también debe de tener un uso adecuado del lenguaje y la creación de una buena relación para sus educandos por la cual pueda trasmitir el conocimiento.

Claramente el lenguaje es importante en absolutamente todo, ya que de esto dependen muchas actividades que incluso están en la vida diaria, ahora bien el leer y escribir se convierten en la mayor herramienta para interactuar en la vida social, ya que el lenguaje no solamente se usa en el área educativa sino también en prácticas sociales como políticas, culturales, religiosas, deportivas e incluso también como  prácticas cotidianas del lenguaje y la pedagogía en el contexto de la terapia ocupacional.

El lenguaje en ámbitos no escolares influye en la vida de las personas, que quizá ese conocimiento del lenguaje no sea aprendido en la escuela, no quiere decir que sea menos significativo y esto hay que tenerlo muy en cuenta ya que cuando hablamos de terapia ocupacional hablamos de todas las personas en cualquier edad o etapa de su vida, un ejemplo muy claro son los adultos mayores ya que muchos de ellos en su infancia o juventud no tuvieron la oportunidad de entrar a una institución educativa, quizás por el contexto social o económico.

“El uso de escritura no académicas sino el uso de la escritura de forma activa y eficaz en actividades cotidianas” (López-Bonilla, G., & Fragoso, C. P. (2013). Debates actuales en torno a los conceptos “alfabetización”, “cultura escrita” y “literacidad”. Lenguaje y Educación, 23. Pág. 264, párrafo 3), el lenguaje haciendo parte del uso en actividades cotidianas lo hace parte de la ocupación humana, entonces tener o no eficacia en estas actividades puede o no requerir la intervención de un terapeuta ocupacional. Cuando un profesional como estos requiere enseñar a su paciente una rutina por la cual mejora su desempeño ocupacional, este tiene primero que todo diseñar y estructurar actividades especialmente para ese paciente o para la comunidad que lo requiera (esto volviéndose ya una experiencia pedagógica), el terapeuta tiene que tener un adecuado uso del lenguaje y acoplarse a las necesidades y dificultades del paciente, pues esto es determinante, para los resultados del proceso enseñanza-aprendizaje. La capacidad del terapeuta de ajustar la expresión de sus ideas, al campo en el que se encuentren sus pacientes, tiene que adaptarse al conocimiento y lenguaje del paciente ya que este puede entender las circunstancias de las que se habla, pero la forma en que se plantea puede afectar de manera positiva o negativa sobre la motivación hacia el aprendizaje del trabajo que se quiera realizar.

Bibliografía

Kleiman, Á. (2021). Trayectorias de acceso al mundo de la escritura: relevancia de las prácticas de literacidad no escolares para la literacidad escolar. Enunciación, 26. 16911-Texto del artículo-98009-3-10-20210521.pdf

López-Bonilla, G., & Fragoso, C. P. (2013). Debates actuales en torno a los conceptos “alfabetización”,“cultura escrita” y “literacidad”. Lenguaje y Educación, 23. Libro_lenguaje_y_educacion-with-cover-page-v2.pdf