Sea afuera o dentro del aula, la pedagogía como campo de acción de la Licenciatura en Educación Popular

Nayely Rengifo García
1840321
Lic. Educación Popular.

Es pertinente mencionar, primero que todo, que la pedagogía debe ser interpretada como una disciplina que no se da de forma reducida a contextos escolares, sino también fuera del aula, y que su práctica puede ser abordada desde diferentes profesiones. Por lo tanto, el pedagogo no necesariamente es un docente. Además los cuestionamientos como disciplina no pretenden ser universales sino comprender los procesos del ser humano en la formación.

En este sentido, los elementos que caracterizan el ejercer la pedagogía tienen que ver con la existencia de una meta educativa, enfocado en lo conceptual y las formas de aprender. Para ello se hace uso de materiales de apoyo y metodologías que faciliten la comprensión y recepción de atención de la población a quien se esté dirigiendo. “…desde los años 1980, la diferencia entre acción instrumental del maestro en la escuela y la interacción pedagógica cargada de un conjunto de significados influidos por el lenguaje y por el peso que tiene la acción comunicativa en la escuela.” (Jiménez, A. 2021. p. 307) Se pretende que el individuo sea un sujeto activo dentro del proceso, no precisamente activo a nivel corporal sino que dialogue o tenga una postura con lo teórico.

En la educación popular hablamos constantemente, independiente del contexto, de crear experiencias pedagógicas significativas, donde debemos tomar en cuenta los factores socioculturales del entorno y las particularidades de los participantes. De este modo procuramos garantizar el uso de una metodología adecuada que promueva la participación activa del individuo, por ejemplo el uso de la cartografía como método que involucra la comunidad en el reconocimiento de su territorio. Buscamos que el proceso pedagógico tenga el alcance necesario y la interiorización o reflexión de la audiencia por la temática que se aborde.

Si nos ubicamos en un contexto escolar, aparecen las nociones de enseñanza y didáctica, demarcadas principalmente por un currículo, el cual no está presente cuando se trata de pedagogía en contextos no escolares, sin negar la existencia de una ruta de acción. Se concibe este como “…una cuadrícula que limita los sentidos y el pensamiento del maestro, es decir, no le permite ver el movimiento real de los procesos de conocimiento” (Zuluaga et al., 2011, p. 25) por el ideal de que es una secuencia de temáticas que el docente debe de desarrollar y seguir porque es lo que la normativa ordena; sin embargo, según el profesor, está la posibilidad de transformar la manera en que se enseña y generar interacción del individuo con la teoría. Es decir, “La enseñanza se articularía a los saberes específicos a través de la didáctica y el campo práctico de la pedagogía” (Zuluaga et al., 2011, p.30) sin desconocer el rol activo en la interacción educador-educando.

Entonces, y a modo de conclusión, como educadores populares reconocemos la importancia de hacer parte al individuo de su mismo proceso pedagógico, a través de la reflexión y construcción de criterio propio sobre el tema de interés. No se instrumentaliza el rol del pedagogo ni se concibe la idea de transmitir saberes, sino que el saber se construye de forma colectiva a través del diálogo. “Así mismo, la pedagogía, vista como un discurso idóneo por parte del maestro y del educador, trasciende la práctica pedagógica de una simple acción instrumental para ser valorada como interacción pedagógica, cargada de significado y de un sentido simbólico mediado por el lenguaje.” (Zuluaga et al., 2011, p. 311)

Para finalizar, la razón de traer las imágenes que aquí podrán apreciar está en que, durante la parte crítica de la pandemia que nos obligó a confinarnos y permanecer la mayor parte del tiempo en nuestros hogares,  el pedagogo se reinventa para lograr dar continuidad a los procesos pedagógicos, principalmente de carácter escolar. El maestro se enfrenta a esa búsqueda de mecanismos para no abrumar al estudiante, reconociendo la problemática no solo de salud sino económica, y los diferentes factores que inciden en el hogar que dificultan la recepción del contenido académico. Los currículos se vuelven flexibles, y debía de buscarse alternativas para que el alumno lograra de alguna manera estar atentos y procesar lo que el docente indica. Además, deja ver como las instituciones y los medios generalizan las situaciones, no dan reconocimiento a las múltiples problemáticas que se presentan en casa y que no vuelven grata la permanencia en casa.

La otra imagen, aunque no tiene que ver con la virtualidad y su complejidad, también hace alusión a la necesidad de pensarse los procesos pedagógicos para no caer en el sentido instrumental que se le atribuye al docente como la figura que replica información y espera que el estudiante solo memorice. 

Bibliografía

Zuluaga, O., Echeverri, A., Martínez, A., Quiceno, H., Sáenz, J., & Álvarez, A. (2011). Pedagogía y epistemología. Magisterio, Vol. 1. 2da Edición. Pag. 271.

Absalón Jiménez. (2021). La pedagogía en Colombia: entre el saber, el discurso y la disciplina, 1982-2020. 2021, de enunciación ISSN 0122-6339 • ISSNe 2248-6798 • Vol. 26, No. 2 Sitio web: https://revistas.udistrital.edu.co/ojs/index.php/enunc

Comentarios

  1. Muy bueno el título. Excelente la síntesis de entrada. Más que recepción de la atención, en una experiencias pedagógica buscamos la creación de sentido por parte de tod@s los participantes, incluyendo el mediad@r o pedagog@. Muy buena relación y explicación de las citas literales. Excelentes las imágenes y explicaciones que acompañan tu reflexión :)

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