COMPRENDIENDO LA COMUNICACIÓN EN EL AULA PARA SER MÁS ACERTIVOS EN LA PRÁCTICA PROFESIONAL
Como
maestras y maestros en formación, uno de los asuntos que suelen inquietarnos,
sobre todo en los últimos semestres de la carrera, tiene que ver con las prácticas
profesionales, y cómo aplicar los conocimientos teóricos en el aula, también, cómo
tener un buen manejo del aula y una comunicación asertiva con los estudiantes y
entre estos mismos, a partir de esto surgen otros interrogantes, ¿comprendemos
en realidad qué significa en el aula? ¿Qué entendemos por comunicación? ¿Cómo
se relaciona la comunicación en el aula con el binomio enseñanza-aprendizaje?
¿Qué papel debería desempeñar el maestro o la maestra en la comunicación en el aula?
Pues bien, en el presente escrito me permito exponer algunas nociones básicas para
dar respuesta a los interrogantes anteriormente mencionados.
Para
empezar, es importante tener en claro que un aula no es meramente un espacio físico,
lo que conocemos como salón en el contexto de la escuela, sino que el aula va
más allá, es un espacio común y complejo, como lo es la cultura, el aula también
puede entenderse como un ambiente o abstracción. De otro lado, el aula requiere
de algunas características tales como: la existencia de un tiempo curricular y
un tiempo de aprendizaje escolar, “(…) un conjunto de contenidos ordenados
secuencialmente para su aprendizaje progresivo, es decir, una estructura graduada
que asume un dominio asimétrico entre profesor y alumnos de los contenidos
seleccionados también se requieren unas condiciones materiales adecuadas, en un
entorno que permita aprender fuera de la práctica social habitual” (Candela,
Rockwell, Coll, 2009, p.4). También de devoluciones y/o retroalimentación entre
los participantes, de unas reglas de participación y de una perspectiva émica.
La
comunicación por otra parte, es entendida como la interacción entre los
participantes, y no centrada únicamente en el la palabra, sino de carácter multimodal,
es de decir, que tanto lo que se dice como lo que se expresa por medio del
cuerpo, imágenes, sonidos, etc., e inclusive el silencio, hace parte de dicha
interacción, hay que tener en cuenta que las prácticas comunicativas en las que
participan los estudiantes, dentro y fuera del aula favorecen su proceso de aprendizaje,
“interacción
y cognición se hallan indisolublemente ligadas a través de la actividad verbal,
socialmente situada” (Nussbaum, Escobar, Unamuno, 2006, p.4)
Ahora bien, habiendo definido ambos conceptos, la comunicación en el aula puede ser entendida como el ejercicio de creación de sentido a partir de la relación educativa y de la interacción que se da entre los participantes (en una relación de mediador y mediadores) los cuales poseen una diversidad de conocimientos y es esta asimetría la que jerarquiza los conocimientos y a su vez se complementan entre sí. La comunicación en el aula también se relaciona con la enseñanza de un saber especializado de acuerdo a las disciplinas.
Finalmente, es importante que, como futuros maestro y maestras, indaguemos más acerca de este tema, por ejemplo, conocer los distintos enfoques socioculturales de la comunicación en el aula nos permitirá incorporar las teorías pedagógicas en nuestra práctica profesional, al igual que emplear distintas formas de enseñanza con el propósito de lo que los estudiantes puedan aprender mejor, entendiendo que son particulares y cada uno posee un conocimiento.
Referencias
Candela,
Antonia & Rockwell, Dra & Coll, César. (2012). ¿Qué demonios pasa en
las aulas? La investigación cualitativa del aula. CPU-e, Revista de
Investigación Educativa. 1-28. 10.25009/cpue.v0i8.81.
Nussbaum,
L., Escobar, C. y Unamuno, V. (2006) Una lingüística interactivista de la
enseñanza y el aprendizaje de llenguas. En: Camps, A. (Coord.) Diálogo e
investigación en las aulas. Investigaciones en Didáctica de la Lengua y la
Literatura. Barcelona: Graó: 183-204.
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